Conoce que es y el propósito de una dirección de cambio, una dirección que juega un papel fundamental a la hora de permitir recibir el conjunto de criptomonedas restantes de nuestras transacciones con el fin de poder usarlas en un futuro.
Cuando realizamos una transacción en Bitcoin a un usuario y luego la revisamos podemos percatarnos de que aparecen dos direcciones receptoras, esto se debe a la dirección de cambio, también conocida como dirección de retorno. Esta es una dirección normal, sin nada especial, pero es creada por la billetera que envía las criptomonedas de forma automática en el momento de una transacción para enviar las monedas que sobran de las transacciones para poderlas gastar en transacciones futuras. Es decir, las monedas que nos quedan después de realizar un pago.
Generalmente cuando realizamos un pago en criptomonedas, éste suele ser menor a la cantidad que disponemos realmente en el monedero. Pero al momento de hacer la operación, todos los bitcoins que están disponibles en la dirección de envío deben ser gastados. Entonces, los clientes Bitcoin o wallets crean una nueva dirección conocida como dirección de cambio para devolver a nuestro monedero la diferencia o los fondos restantes.
¿Cómo funciona la dirección de cambio en Bitcoin?
Este proceso lo podemos ilustrar con un ejemplo muy sencillo para entenderlo de forma más clara. Si vamos a una tienda y compramos un producto de € 79 euros, pagamos al cajero con un billete de € 100 euros, éste nos dará un cambio de € 21 euros. Que es la diferencia entre el valor del producto y el billete con el que pagamos.
Ahora bien, con el dinero fiat, el cajero de la tienda entregará el cambio con los billetes de denominación autorizados que han creado los bancos centrales. En nuestro ejemplo, el cambio estaría compuesto muy seguramente por dos billetes de 10€ y un billete de 1€. Que juntos suman los 21€ de diferencia en la compra. En Bitcoin y las criptomonedas, por el contrario al dinero fiat, se tiene la autoridad de generar un cambio con una denominación arbitraria. Es decir, se puede generar el cambio con una denominación de 21 € directamente.
Entonces, ilustrando otro ejemplo, pero ahora con una transacción con bitcoins, se vería así:
Si realizamos un pago por el valor de 0,00473224 BTC (valor de transacciones) y disponemos en nuestra billetera de un total de 0,00571224 BTC (entradas totales), nuestra billetera realizaría dos simultáneas. Una con un monto de 0,00473224 BTC menos la tasa de minado que será enviado al destinatario que le indiquemos. La otra operación tendrá un valor de 0,00020796 BTC y será realizada a una dirección nuestra.
Es decir, esta segunda operación dirigirá una transacción a nuestra dirección de cambio. Este proceso se realiza con el objetivo de evitar el doble gasto, ya que los 0,00571224 BTC que estaban en la dirección de envío fueron gastados en su totalidad. Quedando nuestro cambio de 0,00020796 BTC en otra dirección, de la cual nuestra billetera posee las claves privadas para usarlas posteriormente.
Evolución de las direcciones de cambio
Anteriormente, al realizar una transacción los usuarios deberían ingresar manualmente la dirección de cambio en la cual recibiría la diferencia de la operación. Un proceso que resultó bastante arriesgado, ya que si por alguna causa o error, no se colocó la dirección de cambio, los fondos restantes se iban para los mineros, dado que toda la cantidad que sin asignar es la tarifa de los mineros.
Posteriormente los monederos surgieron a crear direcciones nuevas a cada transacción de forma automática. Como ya hemos explicado las direcciones se generan gracias a un conjunto de claves públicas y privadas, y estas probablemente serán guardadas en una copia de seguridad si no se quería perder las criptomonedas ante un problema con el monedero. Hacer esto a cada transacción se hizo tan pesado que muy pocas personas tenían copias de seguridad actualizadas.
Todo se simplificó gracias al desarrollo de las carteras deterministas (HD). Con ello todo el proceso se realiza de forma automática cada vez que se realiza una transacción, y sin necesidad de copias de seguridad ni ninguna acción extra por parte del usuario. Por lo que no debe preocuparse de ingresar direcciones de forma manual para recibir sus vueltas ni hacer nuevas copias de seguridad.
¿Por qué no recibir el “cambio” a la misma dirección?
Simple. Por proteger la privacidad del usuario. Desde el cliente original de Bitcoin, su creador Satoshi Nakamoto, lo programó para que cada vez que se realice una transacción, la diferencia fuera enviada a una dirección de cambio distinta a la dirección de envío. Y no recomendaba reutilizar las direcciones por medidas de privacidad.
En este sentido, las direcciones de Bitcoin indican que deben verse como simples identificadores de pago, donde recibimos un importe, lo usamos una vez y se acabó. Bitcoin es el sistema de pagos más transparente que existe, por lo que adoptar medidas que protegen nuestra privacidad es nuestra responsabilidad.