Davide Malacrino es economista del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Wealth begets wealth. This simple concept of privilege has added to growing discontent with inequality that has escalated under the shadow of the COVID-19 pandemic.
A paper co-authored this year by economists from the IMF and other institutions confirms that wealthier people are more likely to earn higher returns on their investments. It also shows that the children of wealthy people, while likely to inherit that wealth, aren’t necessarily going to make the same high returns on investments.
Detailed data on wealth are extremely rare, but 12-years of tax records (2004-2015) from Norway have opened a new window into wealth accumulation for individuals and their offspring. The Nordic country has a wealth tax that requires assets to be reported by employers, banks and other third parties in order to reduce errors from self-reporting. The data, which are made public under certain conditions, also make it possible to match parents with their children.
The data show that an individual in the 75th percentile of wealth distribution who invested USD 1 in 2004 would have yielded USD 1.50 by the end of 2015—a return of 50%. A person in the top 0.1% would have yielded USD 2.40 on the same invested dollar—a return of 140%.
Another significant finding: High returns both bring individuals to the top of the wealth scale and prevent them from leaving it. Controlling for age, parental background and earnings, moving from the 10th percentile to 90th percentile of wealth distribution increases the probability of making it to the top 1% by 1.2 percentage points compared to an average probability of 0.89%.
¿Por qué los ricos obtienen altos rendimientos? La sabiduría convencional sugiere que las personas más ricas destinan una mayor parte de sus activos a inversiones de alto riesgo, lo que puede resultar en mayores retornos. Pero nuestra investigación encuentra que las personas ricas a menudo obtienen un mayor rendimiento incluso con inversiones más conservadoras. Las personas más ricas disfrutan de “rendimientos a escala” puros de su riqueza. Específicamente, para una asignación de cartera determinada, las personas más ricas tienen más probabilidades de obtener mayores rendimientos ajustados al riesgo, posiblemente porque tienen acceso a oportunidades de inversión exclusivas o mejores administradores de patrimonio. La sofisticación financiera, la información financiera y el talento empresarial también son importantes. Estas características hacen que los retornos a la riqueza sean persistentes en el tiempo. Esta investigación es la primera en cuantificar este mecanismo y demostrar que es probable que importe empíricamente.
¿Persisten los altos rendimientos a lo largo de las generaciones? La respuesta es un sí con reservas. La riqueza tiene un alto grado de correlación intergeneracional, pero existen diferencias importantes en cómo se acumulan los rendimientos de la riqueza entre generaciones. Es probable que los hijos de los más ricos sean muy ricos, pero es poco probable que obtengan rendimientos tan altos de esta riqueza como sus padres. Esto sugiere que, si bien el dinero es perfectamente heredable, el talento excepcional no lo es.